miércoles, diciembre 29, 2004

Los días son acortados

Saliendome un poco del los temas de escuela sabatica, les quiero comentar algo que me erizo los pelos, (me asombro mucho). La tragedia de la ultima semana de diciembre, ha sido espantosa. Cientos o miles de muertos en 11 paises.
¿No los hace pensar esta tragedia?
Nadie esperaba algo de tal magnitud, bueno, la naturaleza no se caracteriza por enviar notas de advertencia muy amenudo, aunque si las envia, nosotros los humanos no las notamos. Pero ¿sabian que los animales si?, claro esto ya lo habian oido antes, el sexto sentido de los animales. Este sexto sentido les avisa o advierte de los cambios climaticos y de movimientos bruscos como terremotos, tormentas y otras cosas.
Lo ASOMBROSO!!
Los cientificos no se explican donde estan los animales. NO HAY ANIMALES!!! Entre los miles de cadaveres humanos no se ha reportado ningun animal, ni sigquiera un pajarillo, o un conejo, o un raton!!.. INCREIBLE.. ¿A donde se fueron y cuando? ¿Alguien se percato de su comportamiento "extraño"? ¿Y que pasa que aun no regresan? Bueno, esta ultima pregunta fue contestada horas despues que saliera publicado el reporte de noticia. Hoy, 29 de diciembre, se reportaron dos terremotos, mas suaves que los anteriores, uno de 5.5 en la escala de Ritcher en Japon, y otro de 6.o en alguna parte de la India.
Los animales saben mas que los humanos!! Suena algo raro siendo los humanos la especie dominante. Pero los animales saben como y cuando resguardarse antes de un maremoto, como el que ocurrio. El reporte hablaba de un parque nacional en Sri Lanka, donde se podian ver elefantes, panteras y otras grandes bestias salvajes. Pero el dia 28 de diciembre, casi 72 horas despues de la trajedia, los rescatistas, la gente comun, los medios y los mismos cientificos no se habian percatado de que en esas zonas selvaticas no se encontraba ningun animal, ni siquiera aves rapaces como los zamuros o buitres se veian por ningun lado. INCREIBLE NO!!!
Mi unica esperanza es que al igual que Dios doto a los animales de un sexto sentido, el ciudara de sus fieles en momentos como este, es una promesa.
Los que estudiamos la biblia, y leemos de las profesias para los ultimos dias nos damos cuenta de que todas estas cosas son cumplimiento de ellas.
Los dias son acortados!!!
Otro reporte increible fue el que hablaba de el terremoto en si. 9.0 en la escala de Ritcher, uno de los mas fuertes jamas registrados, la violencia del movimiento provoco, segun los expertos, que la tierra se acelerara algonos microsegundos en la velocidad de rotacion sobre su propio eje, trayendo esto como consecuencia que el dia se hiciera mas corto, por segundos, pero mas corto. Y esto sera permanente, segun dijeron estos cientificos. Apenas lei esto me vino a la mente las palabras de Jesús, en Mateo... "por causa de los santos, los dias seran acortados"..
Amigos se esta cumpliendo una profecia en frente de nuestros ojos, y mire quien quiera mirar y entienda quien quiera entender. Al igual que los dias antes del diluvio universal, el hombre de ese entonces se ocupaba en sus cosas cotidianas y no prestaba atención a la advertencia, cuando comenzo a llover fue demasiado tarde... Hoy esta tragedia sorprendio a miles es sus actividades cotidianas de trabajo, otros de vacaciones, divirtiendose durante un dia hermoso, donde no era posible que al asi sucediera. Sin embargo los animales no pensaron asi y huyeron.
¿Sera que no nosotros los humanos tampoco vemos las señales de lo que se sobreviene?
Es hora de abrir los ojos y leer las escrituras. Yo considero a la biblia mi Sexto Sentido, que me advierte del peligro por venir.
Los dias estan siendo acortados, LITERALMENTE!!! ES UNA REALIDAD!! ESTA SUCEDIENDO!!

domingo, diciembre 05, 2004

El horario divino

Daniel 8-9
APROXIMADAMENTE 10 AÑOS
habían pasado desde que Daniel había recibido la visión de las 2.300 tardes y mañanas registradas en el capítulo 8. Aunque un ángel le dijo: "Tú guarda la visión porque es para muchos días" (Dan. 8:26), él ansiaba conocer el significado del largo período de las 2.300 tardes y mañanas. De acuerdo con la profecía de Jeremías (Jer. 29:10) el tiempo para el retorno de los judíos a Jerusalén en 539 a.C. estaba cerca. Sin embargo, en su última visión el ángel le había dicho que pasarían 2.300 días proféticos antes que el santuario fuera restaurado. Daniel, sin duda alguna, temía que Dios intentara de algún modo prolongar el período de la cautividad. En respuesta a estas preocupaciones el Señor envió a Gabriel para asegurarle que ése no era el caso. Los primeros 490 de los 2,300 años, le dijo, tenían un significado especial para los judíos, porque hacia el fin de ese período el Mesías prometido vendría.

Información
Una disputa pactual—Para captar el significado del discurso de Esteban en el año 34 d.C. como el fin del período de los 490 años, es importante comprender el concepto de pleito de Yahweh del Antiguo Testamento (Heb. rib). Un rib se refiere a una disputa, una controversia, que requiere un juez para definirla. Particularmente en la literatura profética, un rib es un pleito a causa del pacto entre Israel y Yahweh. Cuando los profetas actuaban como, reformadores y llamaban a Israel para que volviera a la relación de pacto del Sinaí, lo hacían a través de un pleito o controversia pactual, en el cual el profeta convocaba al pueblo a escuchar los cargos que Yahweh tenía contra ellos.
Un ejemplo de un pleito tal aparece en Miqueas 6:6-8. Los versículos 1 y 2 en los cuales la palabra rib ocurre tres veces, invita a las montañas a servir como testigos. Con su conocimiento de generaciones de transgresiones humanas y de las relaciones de Dios con Israel, se les convoca a escuchar los cargos que Yahweh tiene contra su pueblo. En vez de acusarlos de deslealtad, Dios pregunta a su pueblo qué les ha hecho para que lo hayan abandonado. "Pueblo mío, ¿qué te he hecho?", dice. ¿Por qué habían dejado de obedecerle? Para mostrarles que no tenían razón para un comportamiento tal, los profetas citan los poderosos actos de Dios en favor de su pueblo en el pasado (Miq. 6:3-5). Él los libró de Egipto y los llevó con seguridad a través del desierto a Canaán. Su relación de los hechos nos recuerda la fidelidad de Dios a la promesa de su pacto.
En los versículos 6-7 Miqueas expresa ahora la respuesta del pueblo. Si Yahweh no se agrada de nosotros, ¿qué haremos? Preguntan. ¿Vendremos a él con becerros de un año —con ofrendas escogidas? O ¿le daremos un millar de carneros y ríos de aceite? ¿Es la cantidad la que cuenta? "La serie de preguntas hipotéticas se elevan a un histérico y espantoso crescendo hasta llegar a la ofrenda máxima y final de un hijo como sacrificio".' La respuesta implícita a todas estas preguntas es que Dios no requiere ninguna de estas cosas —lo importante no es lo que tenemos en nuestras manos sino lo que hay en nuestros corazones. El sacrificio sin una relación apropiada con Dios y con nuestro prójimo no tiene valor. El versículo 8 resume los elementos esenciales del pacto de Dios con Israel —hacer justicia, amar misericordia, y caminar humildemente con él.
El mandato de restaurar y edificar Jerusalén—El ángel Gabriel dijo a Daniel que el punto de partida de la profecía de los 490 años era el mandato para restaurar y edificar a Jerusalén. Los libros de Esdras y Nehemías registran cuatro decretos relacionados con Jerusalén y su templo. Ciro promulgó el primero en 538 a.C. (Esd. 1:2-4), Darío uno en 519 a.C. (Esd. 6:1-12), Artajerjes otro en 457 a.C. (Esd. 7:12-26), y la autorización que se le dio a Nehemías de reconstruir la muralla de Jerusalén en 444 a.C. (Neh. 2). ¿Cuál de ellos es el decreto mencionado por Gabriel?

  1. El decreto de Ciro el Grande en 538 a.C.- Esd. 1:2-4 contiene el texto del edicto de Ciro que autoriza (1) el regreso de los exiliados a Jerusalén, (2) la reconstrucción del templo; y (3) las provisiones para la reconstrucción del templo. Si bien los que regresaron celebraron gozosamente el establecimiento de los fundamentos del templo (Esd. 3:10-13), su celo pronto se disipó cuando surgió la oposición (Esd. 4:1-4) y suspendieron el programa de construcción (vers. 24). El punto importante que debe notarse es que el decreto de Ciro no se refiere a la reconstrucción de la ciudad, sino sólo del templo. Siendo que Daniel 9:25 especificaba claramente la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén el decreto de Ciro obviamente no califica como el punto de partida para la profecía de los 490 años.
  2. El decreto de Darío I en 519 a.C. —De acuerdo con Esdras 5:1, 2. Zorobabel y Josué, bajo la influencia de los profetas Hageo y Zacarías, reinicia-ron el proyecto de restaurar el templo varios años después que se había detenido. Sin embargo, cuando Tatnai, el gobernador de la región, vio lo que los judíos estaban haciendo, escribió a Darío, pidiéndole que verificara la información que había recibido de los dirigentes judíos (vers. 3-5). Después de investigar el asunto, que sacó a luz el decreto de Ciro, Darío emitió otro documento confirmando el decreto de Ciro (Esd. 6:3-12). El decreto de Darío es, básicamente, el mismo que el edicto de Ciro. De acuerdo con Esdras 6:15 el pueblo de Jerusalén completó el templo en marzo del año 515 a.C. De nuevo, es importante notar que el decreto de Darío se refería únicamente a la reconstrucción del templo y no a la de la ciudad de Jerusalén.
  3. El decreto de Artajerjes I en 457 a.C. —El decreto de Artajerjes incluía varios elementos importantes: 1. Concedía permiso a los exiliados que quisieran regresar a Judea, que lo hicieran. 2. Esdras debía investigar la condición espiritual del pueblo de Judá, con el propósito de poner sus vidas en armonía con la ley de Moisés. 3. El dinero recibido del rey y sus consejeros junto con otros fondos sería para apoyar el templo de Jerusalén y para suplir cualquier otra necesidad que hubiera. 4. El templo y su personal estaban excluidos del pago de impuestos. 5. Esdras debía establecer un sistema judicial y civil basado en la Torah. El último punto implicaba que el rey restauraría la autoridad de los judíos para gobernarse a ellos mismos sobre la base de la ley de Dios. Sin embargo, el documento no dice nada directamente acerca de la reconstrucción de la ciudad.
    Sin embargo, muchos intérpretes creen que el decreto de Artajerjes, registrado en Esdras 7, era lo suficientemente amplio para permitir la reconstrucción de Jerusalén. El texto de una carta registrada en Esdras 4 indica que los judíos, bajo el liderazgo de Esdras, reconstruyeron, de hecho, la ciudad. Esdras 4:7-23 declara que un grupo de oficiales persas escribieron una carta a Artajerjes para expresar su oposición a la reconstrucción de Jerusalén por los judíos. "Sea notorio al rey, que los judíos que subieron de ti a nosotros vinieron a Jerusalén; y edifican la ciudad rebelde y mala, y levantan los muros y reparan los fundamentos" (vers. 12). Esto indica claramente que Esdras debe haber comprendido que su autoridad incluía la restauración de Jerusalén.La respuesta del rey a la carta sugiere que Artajerjes había autorizado a los judíos a reconstruir la ciudad. Si la reconstrucción de la ciudad no hubiera sido autorizada, las cartas enviadas a Artajerjes y su respuesta, registradas en Esdras 4, habrían mencionado, si no enfatizado, la ilegitimidad del proyecto. "El tema de la queja no es que la reconstrucción de Jerusalén y sus muros fuera contraria a la ley, sino que el Emperador y el Imperio serían perjudicados si la ciudad y sus murallas fueran completamente restauradas. La comunidad judía se describe como potencialmente rebelde. No es la reconstrucción en sí misma la que se describe como una rebelión. Se le aconseja al rey que la ciudad ya reconstruida se rebelaría y dejaría de pagar el tributo, los derechos de aduanas y el peaje".2
    La respuesta de Artajerjes, por lo tanto, no dice que la reconstrucción es ilegal. Dice sencillamente que ha revisado la historia de Jerusalén y que confirmó que la ciudad ha sido en realidad rebelde, y basado en ese hallazgo, ha ordenado que el proyecto sea detenido (vers. 19). La reconstrucción debía posponerse para un tiempo en el futuro que sería determinado por el rey En 444 a.C. el mismo dio permiso a Nehemías para terminar la reconstrucción de la ciudad (Neh. 2).
  4. El decreto de Artajerjes I en 444 a.C. —En el año 444 a.C. Nehemías, que era copero del rey Artajerjes 1, recibió un informe de la situación de Jerusalén que lo afectó profundamente (Neh. 1:3, 4). Solicitó y obtuvo permiso del rey para ir a Jerusalén a completar la reconstrucción de la ciudad y sus murallas que, como vimos, Esdras había comenzado en 457 a.C. Al llegar a Jerusalén se las arregló para terminar la muralla en 52 días (Neh. 6:15), una indicación más de que mucha de la obra de reconstrucción de los muros había ocurrido en el tiempo de Esdras en 457 a.C.
    Si tomamos 444 a.C. como el punto de partida de la profecía de las 70 semanas, el fin de la semana 69 (483 años 12 más tarde) situaría al Mesías en el año 3 9 d.C., una fecha muchos años después de Cristo. Si, por otra parte, consideramos el año 457 a.C. como el principio de las 70 semanas, el Mesías aparece el año 27 d.C. (el bautismo de Jesús) y él es cortado (crucificado) 3 años y medio más tarde. Consecuentemente, el 457 a.C. provee el mejor punto de partida para las 70 semanas y la profecía de las 2.300 tardes y mañanas.

Explicación
Grandes cambios se habían producido desde la última visión de Daniel en el capítulo 8. Babilonia ya no existía como imperio mundial, Medo-Persia gobernaba el mundo ahora, y Darío el Medo se sentaba en el trono de Babilonia. Daniel, aunque ocupado con los asuntos de Estado, se preguntaba: ¿Qué en cuanto a la cautividad de mi pueblo? ¿Cuándo lograrán volver a Jerusalén?
La oración de Daniel (Dan. 9:1-19)—A través de la oración y la súplica pidiendo perdón, Daniel trató de convencer a Dios de que permitiera la inmediata liberación de su pueblo de la cautividad y la restauración del santuario en Jerusalén. La respuesta a su oración llegó rápidamente en la forma del ángel Gabriel (vers. 21), aunque lo que escuchó no era la respuesta que esperaba.
Dios todavía contesta las oraciones en muchas y variadas formas. Ellas pueden incluir la sanidad de una enfermedad, el retorno de un hijo o una hija perdidos, o un aumento de sueldo en el momento menos esperado. Y él escucha las oraciones no sólo de sinceros cristianos, sino también de no cristianos sinceros y fervientes. Ranjit Singh era un hindú del norte de la India. Él y su esposa habían sembrado 2.500 plantas de repollo en su huerta, pero sin lluvias, la continua sequía amenazaba destruir su cosecha. Los Singh habían perdido su fe en los 300.000 dioses del hinduismo a los cuales habían invocado durante toda su vida, pero ¿a dónde podía ir en busca de ayuda?
"Entonces el Sr. Singh recordó haber escuchado a alguien decir que el Dios de los cristianos era todopoderoso. Habló de eso con su esposa, y decidieron orar al Dios invisible pidiendo lluvia. 'Si el Dios de los cristianos escucha nuestra oración y contesta, sabremos que él es el verdadero Dios', dijo el Sr. Singh a su esposa. Por primera vez en su vida la pareja derramó su alma en oración pidiendo ayuda a Dios. Esa noche llovió. Al siguiente día la pareja se quedó muda de asombro cuando se dio cuenta que sólo había llovido en su terreno plantado de repollos, y en ninguna otra parte de la aldea".3 Con el tiempo el Sr. Singh y su esposa aceptaron a Jesucristo como su Salvador y fueron miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Un visitante celestial—A medida que estudiamos la profecía de Daniel 9 es importante que recordemos los nexos entre éste y el capítulo previo: 1. El mismo ángel visitó a Daniel (vers. 21). 2. Daniel recordó la visión anterior (vers. 21). 5. Daniel 9:23 repite el mandato a Gabriel en Daniel 8:16 para dar al profeta comprensión de la visión. 4. El elemento de tiempo no explicado en Daniel 8 es ahora el tema en Daniel 9 (Dan. 9:24).
Daniel 8 emplea dos palabras para "visión". Una es chazon (vers. 1, 2, 15, 15, 17, 26), y la otra es mareh (vers. 16, 26, 27). La primera palabra se refiere a la visión como un todo, la segunda se enfoca en el elemento de tiempo de las 2.300 tardes y mañanas. El ángel había explicado el simbolismo de los animales y el cuerno pequeño en el capítulo 8. Lo que el profeta no comprendió fue el significado de la "visión (mareh) de las tardes y mañanas" (Dan. 8:26). "Pero la visón (mareh) me dejó pasmado, pues no lograba comprenderla". Por lo tanto, cuando Gabriel dice en Daniel 9:23: "Presta, pues, atención a mis palabras, para que entiendas la visión", no usa la palabra chazon que se refiere a la visión como un todo, sino que emplea mareh.
Éste es un importante nexo entre los capítulos 8 y 9 que muchos no han reconocido. Uno que sí lo discierne es el comentarista judío Rabbi Hersh Goldwurm quien, después de citar las palabras de Gabriel en Daniel 9:23: "Entiende la visión", explica correctamente que "esto se refiere a la visión de Daniel en el capítulo 8 en el cual la parte que le perturbaba tanto (vers. 14) se caracteriza en los vers. 16-26 como una mareh".''
Daniel 9, por lo tanto, es una parte integral de Daniel 8. En el capítulo 9 Gabriel dirige al profeta hacia atrás, hacia la parte inexplicada del capítulo 8 — la profecía de tiempo de las 2.300 tardes y mañanas, i.e. días. El nexo entre estos dos capítulos se subraya cuando Gabriel, después de referirse a la visión mareh (los 2.300 días), le dice a Daniel que 70 semanas están "cortadas" para su pueblo. ¿Cortadas de qué? Obviamente, de los 2.300 días a los cuales Gabriel se había estado refiriendo cuando mencionó la visión mareh de Daniel 9:23.
Si bien las versiones de la Biblia por lo general traducen el pasaje como "setenta semanas están determinadas para tu pueblo", los eruditos bíblicos reconocen que el significado de la raíz del término hebreo chatak, que aquí se traduce como "determinado", es "cortar" o "dividir". El significado extendido es "determinar" o "conceder". La palabra sólo aparece en Daniel 9:24 en la Biblia hebrea, aunque ocurre en otros escritos judíos tardíos predominantemente como "cortar". Las 70 semanas son cortadas de los 2.300 años de Daniel 8:14 como un período "asignado a los judíos con respecto a su papel como pueblo escogido de Dios".570 semanas (Dan. 9:24)—Una nota de pie de página en Daniel 9:24 en la RSV se refiere a "setenta semanas de años, o 490 años (es decir, 70 x 7 años), después de los cuales el reino mesiánico vendría". El hecho de que Jesús, el Mesías, apareció después de los 490 años muestra que deberíamos comprender las 70 semanas de acuerdo con el principio día por año.
El pasaje enumera seis puntos en tres pares que debían ocurrir durante los 490 años. (1) "Terminar la prevaricación", y "poner fin al pecado". Algunos creen que esto significa que Dios dio a los judíos 490 años para decidir si querían servirle 21 a él o a ellos mismos.'' Otros lo ven como una referencia a la cruz donde Jesús, a través de su sacrificio, puso fin a las relaciones rotas (transgresión y pecado) entre Dios y la humanidad y nos reconcilió con Dios (2 Cor. 5:19).7 (2) "Expiar la iniquidad" y "traer la justicia perdurable". El sacrificio expiatorio de Cristo logró esto en la cruz. (3) "Sellar la visión y la profecía" y "ungir al santo de los santos". Para los judíos la visión y la profecía terminaron a la conclusión de las 70 semanas con el apedreamiento de Esteban (Hech. 6:12-7:60). Indicaba el fin de su posición especial como nación.
¿Por qué fue tan significativo el apedreamiento de Esteban? ¿Por qué fue su martirio más importante que el de otros en ese tiempo? El discurso de Esteban en Hechos 7 es paralelo al discurso profetice de la "disputa sobre el pacto". Cuando el Espíritu Santo vino sobre él, recibió una visión del cielo. De modo que, por definición, Esteban llegó a ser un profeta en ese momento. Al ver su discurso a través de los ojos de los profetas del Antiguo Testamento, se convierte en otro ejemplo en el cual un profeta divino trae un pleito pactual contra los representantes de la comunidad del pacto de Dios. Su muerte, por lo tanto, no es simplemente la muerte de otro mártir. Esteban es el último de los profetas del Antiguo Testamento que habla al pueblo judío como el pueblo elegido de Dios. Pero al apedrearlo también silenciaron la voz profética que se les dirigió. "Los profetas que siguieron a Esteban fueron profetas de la iglesia cristiana, no de la nación de Israel".8

"Para ungir al santo de los santos" —los templos eran ungidos para inaugurar sus servicios (cf. Éxo. 40:9). El ungimiento del santuario celestial predicho en este verso señala la inauguración del ministerio sacerdotal de Cristo en el santuario celestial después de su ascensión (Heb. 9:21).

El Mesías príncipe (Dan. 9:25-27)—De nuestro estudio hemos aprendido que el punto de partida de las 70 semanas o 490 años, y por lo tanto también de los 2.300 días profetices o años literales, fue el año 457 a.C. "Hasta el Mesías príncipe", explicó Gabriel, "habrá siete semanas y 62 semanas" (Dan. 9:25). Este período de tiempo tiene dos secciones porque durante las primeras siete semanas, o 49 años, (457-408 a.C. la ciudad de Jerusalén seria restaurada. Sabemos que Nehemías terminó la construcción del muro en 444 a.C., pero como no tenemos registros históricos con respecto a Jerusalén desde fines del quinto siglo a.C. no podemos verificar si la construcción del muro terminó en 408 a.C. Sin embargo, no tenemos razones para dudar que el número de años asignados en la profecía para la tarea sea correcto.
Las siguientes 62 semanas, o 434 años (408 a.C.-27 d.C., nos lleva hasta el año en el cual Jesús, después de ser bautizado, llegó a ser el Ungido. En ese tiempo, "Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret" (Hech. 10:38). Fue entonces, y no antes, que llegó a ser oficialmente el Mesías. Después de su bautismo Jesús comenzó a predicar el evangelio del reino de Dios (Mar. 1;15) y confirmó el pacto como Daniel 9:27 predijo. "Cuando examinamos los primeros días del ministerio de Cristo en busca de un evento para hacer o fortalecer un pacto, la presentación del Sermón del Móntese destaca. Jesús tomó una selección de mandamientos del antiguo pacto y los amplificó y los fortaleció, no los hizo a un lado (Mat. 5:21-48). Luego les añadió su nuevo mandamiento (Mat. 6:19-7: II)".9
A mediados de la última de las 70 semanas (27-34 d.C.), exactamente como Gabriel le había dicho a Daniel, el Mesías fue "cortado" o muerto, y el ritual o sacrificio diario y la ofrenda perdió su significado (Dan. 9:27) —el tipo se encontró con el antitipo [es decir, el símbolo se encontró con la realidad simbolizada] . Otros tres años y medio más tarde, con el apedreamiento de Esteban en el año 34 d.C., las 70 semanas llegaron a su conclusión. "Así, con estas fechas terminales establecidas, cada fecha intermedia cae en su lugar correcto como los dientes de una rueda bien diseñada encajan uno en el otro, así las predicciones y los eventos armonizan perfectamente. Todo esto es una prueba de inspiración, y prueba también la condición mesiánica de Jesús de Nazaret".10 (George McCready Price, The Greatest of the Prophets [Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1955], p. 257.)
Al cerrar esta sección debemos mencionar que la aplicación de la semana número setenta al futuro, como hacen los dispensacionalistas, es claramente imposible. Gabriel dice claramente que el Mesías sería "cortado" durante la última semana. De hecho, lo precisa, diciendo "a la mitad de la semana". Una consecuencia de la muerte del Mesías sería que "el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario" (Dan. 9:26). En el año 70 d.C. las legiones romanas, bajo el mando de Tito, cumplieron esta profecía.

Aplicación
Algunos han llamado a este capítulo la columna vertebral y joya de la corona de la profecía. Desde la oración de Daniel hasta la confirmación de la profecía en Daniel 9:27, el capítulo rebosa de lecciones prácticas. Desafortunadamente, debido a la limitación del espacio sólo podemos considerar una o dos:

  1. Su vida de oración—Daniel, el hombre de todas las épocas, fue primero y principalmente una persona de oración. Ni su obra como estadista ni la "buena vida" en la lujosa corte de Babilonia lograron distraerlo de su comunión diaria con Dios. ¿Somos así de fieles? La oración de Daniel incluía aspectos de devoción, adoración (vers 4), confesión (vers. 5), acción de gracias (vers. 15),y peticiones (vers. 16-19).
    La mayor parte de su oración consiste en confesión de pecados. Si bien Daniel vivió una vida ejemplar, se identificó libremente con su pueblo y el estigma de sus pecados: "Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente y hemos sido rebeldes" (vers. 5); "tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro" (vers. 7); y "no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios" (vers. 29 10). También reconoció que Dios estaba actuando justamente al castigarlos (vers. 14). La oración alcanza su crescendo en el vers. 19: "Oye, Señor, oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo" (vers, 19). Y Dios escuchó la oración y actuó enviando al ángel Gabriel.
  2. El Mesías—El foco de la profecía en Daniel 9:24,27 es el Mesías, el tiempo de su aparición, su vida y su obra así como su muerte. Sin embargo, ninguna cantidad de conocimiento intelectual de esta profecía nos beneficiará a menos que aceptemos a Jesús como nuestro Salvador personal. Este pasaje revela una salvación, no sólo de las consecuencias del pecado, sino del pecado mismo, y, de acuerdo con el Nuevo Testamento, Dios lo ofrece gratuitamente a la humanidad. Sin embargo, no podemos comprar una salvación tan grande —sólo podemos experimentarla a través de una entrega a Jesús, quien dijo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mat. 11:28).

Referencias
1. Leslie C. Allen Joel, Obadiah. Jonah, and Micah, NICOT (Grand Rapids: W. M. Eerdmans, 1976), p. 370.2. Arthur). Fcrch, "Commencement Date for the Seventy Week Prophecy", en 70 Weeks, Leviticus, Nature of Prophecy, ed, Frank B. Holbrook (Washington, D. C.: Biblical Research Institute, 1986), p. 71.)3. J. H. Zachary, "The God Who Sends Rain", In Great Prayers and Pray-ers of the Bible, Guia de Estudio de la Biblia para adultos, enero-Marzo, 2001, p. 13.4. Hersh Goldwurn. Daniel (Brookiyn, N. Y.: Mesorah Publications, 1979), p. 258.5. Comentario bíblico adventista (Washington, D. C.: Review and Herald Pub. Assn., 1955), tomo 4, pp. 876,877.6. W. H. Shea, Daniel 7-12, p. 57.7. Ángel Minuel Rodríguez, Fulgores de gloria (Bogotá; Asociación Publicadora Interamericana, 2002), p. 60. 8. Shea, Daniel 7-12, p. 59.9. W. H. Shea, "The Prophecy of Daniel 9:24-27", en 70 Weeks, leviticus, Nature of Prophecy, E B. Holbrook ed. (Washington, D. C.: Biblical Research Institute, 1986), pp. 95, 96.10. George McCready Pnce, The Greatest of the Prophets (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1955), p. 257 257.

domingo, noviembre 28, 2004

La purificación del Santuario

“¿Hasta cuándo durará la visión [...]? Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado” (Dan. 8:13, 14)

¿Por qué motivo el Santuario necesita una purificación? ¿Por qué debe comprenderse los 2.300 días como un tiempo profético? ¿Por qué creemos que el Juicio en Daniel 7 es idéntico a la purificación del Santuario en Daniel 8? ¿Por qué el emplazamiento del Santuario de Daniel 8 debe estar en el cielo y no sobre la tierra? ¿Qué sucede cuando se purifica el Santuario?.


Sábado 27 de Noviembre

MUCHOS CRISTIANOS CREEN QUE DANIEL 8 se cumplió en los días del rey sirio Antíoco Epífanes (segundo siglo a.C.), al que identifican con el cuerno pequeño. Algunos ven también a este rey como un tipo de un anticristo futuro, que primero hará un pacto con los judíos y luego se volverá contra ellos. Como adventistas del séptimo día, debemos rechazar con toda energía estas interpretaciones por muchas razones, una de las cuales es que, desde el punto de vista histórico, no se pueden aplicar a aquel monarca las descripciones que se dan del poder del cuerno pequeño. En cambio, sobre la base del principio de interpretación historicista, que sostiene que las profecías se cumplen a lo largo de la historia (como lo requieren los textos mismos de Daniel), creemos que Daniel 8:9-14 se refiere al gran conflicto entre Cristo y Satanás; específicamente, la batalla espiritual entre el plan divino de salvación y el sistema sustituto, falsificado, del cuerno pequeño, todo lo cual terminará al momento de la segunda venida de Cristo.

Notas de Elena White

Sábado 27 de Noviembre


Cada alma es preciosa porque ha sido adquirida mediante la preciosa sangre de Jesucristo. Algunos hablan de la época judaica como un período sin Cristo, sin misericordia ni gracia. A los tales se aplican las palabras que Cristo dirigió a los saduceos:

"Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios" (S. Marcos 12:24). Durante el período de la dispensación judaica se manifestó maravillosamente el poder divino.

La sangre del Hijo de Dios era simbolizada por la de las víctimas inmoladas, y Dios quería que tuvieran ideas claras y definidas para distinguir entre lo sagrado y lo común. La sangre era sagrada, porque sólo mediante el derramamiento de la del Hijo de Dios podía haber expiación por el pecado. También se empleaba la sangre para purificar el santuario de los pecados del pueblo, para representar de este modo el hecho de que la sangre de Cristo únicamente puede purificar del pecado.

Nuestro Salvador declara que trajo del cielo el don de la vida eterna. Habría de ser elevado en la cruz del Calvario para traer a todos los hombres a sí mismo. ¿Cómo trataremos entonces la herencia adquirida por Cristo? Debiera manifestarse la ternura, aprecio, bondad, simpatía y amor. Entonces podremos trabajar para ayudar a los demás. En esta obra entra en juego más que una fraternidad humana. Tenemos la exaltada compañía de los ángeles celestiales. Cooperan con nosotros en la obra de iluminar a los encumbrados y a los humildes (La maravillosa gracia de Dios, p. 55).


Domingo 28 de noviembre: La purificación del santuario del Antiguo Testamento

...Los pecados de Israel eran transferidos así al santuario, y se hacía necesario un servicio especial para eliminarlos. Dios mandó que se hiciera una expiación por cada uno de los departamentos sagrados...

Una vez al año, en el gran día de las expiaciones, el sacerdote entraba en el lugar santísimo para purificar el santuario. El servicio que se realizaba allí completaba la serie anual de los servicios. En el día de las expiaciones se llevaban dos machos cabríos a la entrada del tabernáculo y se echaban suertes sobre ellos, "la una suerte para Jehová y la otra para Azazel". El macho cabrío sobre el cual caía la suerte para Jehová debía ser inmolado como ofrenda por el pecado del pueblo. Y el sacerdote debía llevar velo adentro la sangre de aquél y rociarla sobre el propiciatorio y delante de él. También había que rociar con ella el altar del incienso, que se encontraba delante del velo...

Toda la ceremonia estaba destinada a inculcar a los israelitas una idea de la santidad de Dios y de su odio al pecado; y además hacerles ver que no podían ponerse en contacto con el pecado sin contaminarse. Se requería de todos que afligiesen sus almas mientras se celebraba el servicio de expiación. Toda ocupación debía dejarse a un lado, y toda la congregación de Israel debía pasar el día en solemne humillación ante Dios, con oración, ayuno y examen profundo del corazón (El conflicto de los siglos, pp. 471,472).

El día de la expiación, se llevaban dos machos cabríos a la puerta del tabernáculo, y se echaba suerte sobre ellos, "la una suerte por Jehová, y la otra suerte por Azazel". El macho cabrío sobre el cual caía la primera suerte debía matarse como ofrenda por el pecado del pueblo. Y el sacerdote había de llevar la sangre más allá del velo, y rociarla sobre el propiciatorio. "Y limpiará el santuario, de las inmundicias de los hijos de Israel y de sus rebeliones, y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo del testimonio, el cual reside entre ellos en medio de sus inmundicias".

"Y pondrá Aarón ambas manos suyas sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus rebeliones, y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto" (Levítico 16:5-22). Sólo después de haberse alejado al macho cabrío de esta manera, se consideraba el pueblo libre de la carga de sus pecados. Todo hombre había de contristar su alma mientras se verificaba la obra de expiación. Todos los negocios se suspendían, y toda la congregación de Israel pasaba el día en solemne humillación delante de Dios, en oración, ayuno y profundo análisis .del corazón (Patriarcas y profetas, pp.368, 369).


Lunes 29 de noviembre: Hasta dos mil y trescientos días

"Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado"(Daniel 8:14).

Debemos ser fervientes estudiosos de la profecía; no debiéramos descansar hasta entender plenamente el tema del santuario, que aparece en las visiones de Daniel y de Juan. Este asunto esparce mucha luz sobre nuestro punto de vista actual y nuestra obra, y nos da una prueba irrefutable de que Dios nos ha dirigido en nuestra experiencia pasada. Explica nuestra desilusión de 1844, pues nos muestra que el santuario que debía ser purificado no era la tierra, como habíamos supuesto, sino que Cristo entró entonces en el lugar santísimo del santuario celestial, y allí está realizando la obra final de su misión sacerdotal, en cumplimiento de las palabras que el ángel dirigió al profeta Daniel.

Se había comprobado que los 2. 300 días principiaron cuando entró en vigor el decreto de Artajerjes ordenando la restauración y edificación de Jerusalén, en el otoño del año 457 AC. Tomando esto como punto de partida, había perfecta armonía en la aplicación de todos los acontecimientos predichos en la explicación de ese período hallada en Daniel 9:25-27... Las setenta semanas, o 490 años, les correspondían especialmente a los judíos. Al fin del período, la nación selló su rechazamiento de Cristo con la persecución de sus discípulos, y los apóstoles se volvieron hacia los gentiles en el año 34 de nuestra era. Habiendo terminado entonces los 490 primeros años de los 2.. 300, quedaban aún 1. 810 años. Contando desde el año 34, 1. 810 años llegan a 1844. "Entonces —había dicho el ángel— será purificado el santuario" (¡Maráñala: El Señor viene! p. 245).


Martes 30 de noviembre: El santuario celestial

Así como el santuario terrenal edificado por Moisés de acuerdo con el modelo que se le mostró en el monte, el templo de Salomón, con todos sus servicios, era un "símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios"; sus dos compartimientos sagrados eran "figura y sombra de las cosas celestiales". Cristo, nuestro gran Sumo Sacerdote, es un "ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre" (Hebreos 8:2) (Cristo en su santuario, p. 49).

Cuando en visión se le mostró al apóstol Juan el templo de Dios que está en el cielo, vio que allí "ardían siete lámparas de fuego". Vio también a un ángel "con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono" (Apocalipsis 4:5; 8:3). Se le permitió al profeta contemplar el lugar santo del santuario celestial; y vio allí "siete lámparas de fuego ardiendo" y "el altar de oro", representados por el candelero de oro y el altar del incienso o perfume en el santuario terrenal. Nuevamente "el templo de Dios fue abierto en el cielo" (Apocalipsis 11:19), y vio el lugar santísimo detrás del velo interior. Allí contempló "el arca del testamento", representada por el arca sagrada construida por Moisés para guardar la ley de Dios (Cristo en su santuario, pp. 42, 43).

En el servicio del tabernáculo terrenal, que servía "de mera representación y sombra de las cosas celestiales", este departamento sólo se abría en el gran día de la expiación para la purificación del santuario. Por consiguiente, la proclamación de que el templo de Dios fue abierto en el cielo y fue vista el arca de su pacto, indica que el lugar santísimo del santuario celestial fue abierto en 1844, cuando Cristo entró en él para consumar la obra final de la expiación. Los que por fe siguieron a su gran Sumo Sacerdote cuando dio principio a su ministerio en el lugar santísimo, contemplaron el arca de su pacto (Cristo en su santuario, p.122).

El santuario que está en el cielo, en el cual oficia Jesús en nuestro favor, es el gran original, del cual el santuario construido por Moisés era una copia. Así como el santuario terrenal tenía dos compartimentos, el lugar santo y el lugar santísimo, también hay dos lugares santos en el santuario celestial. Y el arca que contenía la ley de Dios, el altar del incienso y otros instrumentos de servicio que encontramos en el santuario terrenal, tenían su contraparte en el santuario celestial. En santa visión se le permitió al apóstol Juan entrar en los cielos, y allí vio el candelabro y el altar del incienso, "y el templo de Dios fue abierto", y él vio "el arca de su pacto" (Apocalipsis 4:5; 8:3; 11:19) (La historia de la redención, p. 395).


Miércoles 1 de diciembre: ¿Hasta cuándo?

Cristo fue el Cordero muerto desde la fundación del mundo. Para muchos ha sido un misterio el que se necesitaran tantas ofrendas de sacrificio en la antigua dispensación, el por qué tantas víctimas sangrantes fueron llevadas al altar. Pero la gran verdad que debía mantenerse delante de los hombres, e imprimirse en su mente y corazón, era ésta; "Sin derramamiento de sangre, no se hace remisión" (Hebreos 9:22). En cada sacrificio sangrante estaba simbolizado el "Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (S. Juan 1:29). Cristo mismo fue el originador del sistema de culto judío, en el cual mediante símbolos, se exponían las cosas espirituales y celestiales...

Actualmente vivimos en un tiempo cuando el símbolo ha encontrado su realidad en la ofrenda de Cristo por los pecados del mundo; estamos viviendo en un día de luz abundante, y sin embargo, cuan pocos se benefician con la grandiosa e importante verdad de que Cristo ha realizado un amplio sacrificio para todos. En la ofrenda que Cristo hizo de sí mismo, satisfizo toda la justicia requerida, y "¿cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salud tan grande?" (Hebreos 2:3). Aquellos que rechazan el don de la vida no tendrán excusa.

Gracias a Dios que Aquel que derramó su sangre por nosotros, vive para defenderla; vive para hacer una intercesión por cada alma que lo recibe. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad" (1 Juan 1:9). La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Tiene un lenguaje mejor que la sangre de Abel, porque Cristo está vivo para interceder por nosotros. Siempre necesitamos mantener delante de nosotros la eficacia de la sangre de Jesús. Esa sangre que limpia la vida y la sostiene, de la cual podemos apropiarnos por la fe viva, es nuestra esperanza. Nuestro aprecio de su inestimable valor debe ir en aumento continuo, porque habla por nosotros únicamente cuando, mediante la fe, reclamamos su virtud, manteniendo la conciencia limpia y en paz con Dios. Se la representa como la sangre perdonadora, inseparablemente conectada con la resurrección y la vida de nuestro Redentor, ilustrada por la corriente constante que procede del trono de Dios, el río de agua de vida (Nuestra elevada vocación, p. 49).

La divinidad y la humanidad se reunieron en Cristo: el Creador y la criatura. La naturaleza de Dios, cuya ley había sido transgredida, y la de Adán, el transgresor, se conjugaron en Jesús: el Hijo de Dios e Hijo del Hombre. Después de pagar el precio de la redención con su propia sangre, después de pasar por la experiencia humana, habiéndose enfrentado con la tentación y habiéndola vencido en beneficio del hombre, y después de haber sufrido la vergüenza y la culpabilidad y la carga del pecado a pesar de que él nunca cometió pecado alguno, llegó a ser el Abogado y el Intercesor de los seres humanos. ¡Qué seguridad es ésta para el alma tentada y esforzada! ¡Qué seguridad para el universo que observa, saber que Cristo será un Sumo Sacerdote fiel y misericordioso! (Exaltad a Jesús, p. 339).

En la cruz, Cristo no sólo mueve a los hombres al arrepentimiento hacia Dios por la transgresión de la ley divina (pues Dios induce primero al arrepentimiento a aquel a quien perdona), sino que Cristo ha satisfecho la justicia. Se ha ofrecido a sí mismo como expiación. Su sangre que mana abundantemente, su cuerpo quebrantado, satisface las demandas de la ley violada y así salva el abismo que ha producido el pecado. Sufrió en la carne para que con su cuerpo magullado y quebrantado pudiera cubrir al pecador indefenso. La victoria que ganó con su muerte en el Calvario destruyó para siempre el poder acusador de Satanás sobre el universo y silenció sus acusaciones de que la abnegación era imposible en Dios y, por lo tanto, no era esencial en la familia humana (La maravillosa gracia de Dios, p. 153).


Jueves 2 de diciembre: El santuario será purificado

A medida que los libros de memoria se van abriendo en el juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por él. Empezando con los que vivieron los primeros en la tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva, y termina con los vivos.

Cada nombre es mencionado, cada caso cuidadosamente investigado. Habrá nombres que serán aceptados, y otros rechazados. En caso de que alguien tenga en los libros de memoria pecados de los cuales no se haya arrepentido y que no hayan sido perdonados, su nombre será borrado del libro de la vida, y la mención de sus buenas obras será borrada de los registros de Dios. El Señor declaró a Moisés: "Al que haya pecado contra mí, a éste borraré de mi libro". (Éxodo 32:33, Y M. ). Y el profeta Ezequiel dice: "Si el justo se apartare de su justicia, y cometiere maldad... todas las justicias que hizo no vendrán en memoria" (Ezequiel 18:4).

A todos los que se hayan arrepentido verdaderamente de su pecado, y que hayan aceptado con fe la sangre de Cristo como su sacrificio expiatorio, se les ha inscrito el perdón frente a sus nombres en los libros del cielo; como llegaron a ser partícipes de la justicia de Cristo y su carácter está en armonía con la ley de Dios, sus pecados serán borrados, y ellos mismos serán juzgados dignos de la vida eterna. El Señor declara por el profeta Isaías:

"Yo, yo soy aquel que borro tus transgresiones a causa de mí mismo, y no me acordaré más de tus pecados" (Isaías 43:25, V M. )• Jesús dijo: "El que venciere, será así revestido de ropas blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, sino confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus santos ángeles". "A todo aquel, pues, que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos. Pero a cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos" (Apocalipsis 3:5; S. Mateo 10:32, 33, V M.) (El conflicto de los siglos, pp. 536, 537).

"Para que sean manifestados los pensamientos de muchos corazones". A la luz de la vida del Salvador, el corazón de cada uno, aun desde el Creador hasta el príncipe de las tinieblas, será revelado. Satanás presentaba a Dios como un ser egoísta y opresor, que lo pedía todo y no daba nada, que exigía el servicio de sus criaturas para su propia gloria, sin hacer ningún sacrificio para su bien. Pero el don de Cristo revela el corazón del Padre. Testifica que los pensamientos de Dios hacia nosotros son "pensamientos de paz, y no de mal". Declara que aunque el odio que Dios siente por el pecado es tan fuerte como la muerte, su amor hacia el pecador es más fuerte que la muerte. Habiendo emprendido nuestra redención, no escatimará nada, por mucho que le cueste, de lo que sea necesario para la terminación de su obra. No se retiene ninguna verdad esencial para nuestra salvación, no se omite ningún milagro de misericordia, no se deja sin empleo ningún agente divino. Se acumula un favor sobre otro, una dádiva sobre otra. Todo el tesoro del cielo está abierto a aquellos a quienes él trata de salvar. Habiendo reunido las riquezas del universo, y abierto los recursos de la potencia infinita, lo entrega todo en las manos de Cristo y dice: Todas estas cosas son para el hombre. Úsalas para convencerlo de que no hay mayor amor que el mío en la tierra o en el cielo. Amándome hallará su mayor felicidad (El Deseado de todas las gentes, p. 39).